Rajando al pájaro

A pesar de que la puerta estaba abierta de par en par y tú tenías una pequeña llave, intentaste que sirviera, aunque no para mantenerla abierta al completo sino una pequeña parte y que más tarde esta llave mudara en una más grande que te diese total libertad para tener la puerta abierta a tu antojo. Lo hiciste mal, lo sabes, no te quepa duda y a pesar de todo, sabiendo que a través de las puertas vecinas podías conseguir la llave maestra que nos abriese a todos, te centraste en lo único que te interesaba.
Te alzaste en el poder antes de nuestra llegada, y como líder, quisiste bajar al populacho para tratar de ser accesible y carismático, pero te quedaste no en la mitad ni en el principio...es que ni siquiera tenías en la mano el primer ladrillo de esta construcción. Podemos achacar todo esto a inseguridades por ser un nuevo líder sin experiencia o por necesidad de comprensión, pero yo lo atribuyo más bien a tu capricho de intentar ser siquiera como aquel al que todos y todas admiraban por su gran labor.
Sin embargo toda esa admiración no pasó de las fotos, los escritos por compromiso y tu propio ego, que ha ido creciendo hasta cegarte de tal manera que no te has dado siquiera cuenta que se te veía el plumero y no poco. Ahora te lo vamos a arrancar de cuajo, vamos a mostrar en público y delante de quien haga falta que ese pavo real que crees ser, no es más que el mísero buitre que todos divisaban.

3 comentarios:

Tomás dijo...

Supongo que eres consciente de que no se entiende absolutamente nada. Pero fueno, menudo pájaro ese, suerte rajándolo. Se joda.

Besitos!

Ainis dijo...

Yo sí la entiendo y sí, que le jodan.

María Vicente Ruiz dijo...

Y que conste en acta que ese pajarraco la tiene pequeña. Bravisima, Txé.